EL OBJETIVO DE ESTA PÁGINA

Recuperar los Sermones de San Bernardo de Claraval para facilitar su conocimiento y divulgación. Acompañar cada sermón con una fotografía, que lo amenice, y un resumen que haga más fácil la lectura. Intentar que, al final de esta aventura intelectual, tengamos un sermón para cada día del año. Un total de 365 sermones. Evidentemente, cualquier comentario será bienvenido y publicado, salvo que su contenido sea ofensivo o esté fuera del tema.

lunes, 28 de mayo de 2012

SOBRE AQUEL VERSO SÁLMICO: "SE CORROMPEN Y SE HACEN ABOMINABLES"

Se corrompen y se hacen abominables en sus deseos; no hay quien obre bien, excepto uno. Tanto el cuerpo como el alma tienen su propia corrupción. La del alma es triple, y cuádriple la del cuerpo; porque éste se compone de cuatro elementos y el alma consta de una triple energía: la racional, la concupiscencia y la irascible. La razón goza de salud al conocer la verdad, y se corrompe con la soberbia; al corromperse falla en dos campos; en el conocimiento de sí misma y en el de Dios. El deseo se corrompe con la vanagloria, y la ira con la envidia.
 La corrupción del cuerpo recibe el calificativo de abominación, y ocurre de cuatro maneras según los cuatro elementos que lo integran. Efectivamente, las cuatro cosas que corrompen el cuerpo son la curiosidad, la locuosidad, la crueldad y el placer. Y hay cuatro partes del cuerpo que muestran al máximo cada una de estas realidades: en los ojos el fuego; en la lengua el aire, que da forma a la voz; en las manos, hechas para tocar, la tierra; y en los órganos genitales el agua. Esas cuatro pestes corrompen estas cuatro partes: la curiosidad los ojos, la locuocidad la lengua, la cueldad las manos, y el placer la sexualidad. Así se corrompen y se hacen abominables los hombres: corrompidos en su alma y despreciables en su cuerpo. Corrompidos ante Dios y despreciados ante los hombres.
 No hay quien obre bien, excepto uno. Hay cuatro clases de hombres, y de ellos ninguno obra bien, excepto uno. Unos no conocen ni buscan a Dios, y están muertos. Otros lo conocen, pero no lo buscan, y son impíos. Otros lo buscan, pero sin llegar a conocerlo, y son necios. Y otros, finalmente, lo conocen y lo buscan: son los santos, los únicos de quienes puede afirmarse que obran bien.
RESUMEN Y ESQUEMA
Hay cosas que corrompen el alma y otras el cuerpo. El alma se compone de una triple energía:
-La racional: se corrompe con la soberbia.
-La concupiscencia: se corrompe con la vanagloria
-La irascible: se corrompe con la envidia.
La corrupción del cuerpo (abominación):
-Curiosidad: afecta a los ojos.
-Locuosidad: afecta a la lengua.
-Crueldad: afecta a las manos
-Placer: afecta a los genitales.
Hay cuatro clases de hombres:
-Los muertos: ni conocen ni buscan a Dios.
-Impíos: conocen a Dios pero no lo buscan.
-Necios: lo buscan, pero sin llegar a conocerlo.
-Santos: lo conocen y lo buscan.

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