EL OBJETIVO DE ESTA PÁGINA

Recuperar los Sermones de San Bernardo de Claraval para facilitar su conocimiento y divulgación. Acompañar cada sermón con una fotografía, que lo amenice, y un resumen que haga más fácil la lectura. Intentar que, al final de esta aventura intelectual, tengamos un sermón para cada día del año. Un total de 365 sermones. Evidentemente, cualquier comentario será bienvenido y publicado, salvo que su contenido sea ofensivo o esté fuera del tema.

miércoles, 1 de enero de 2014

EN LA CIRCUNCISIÓN DEL SEÑOR SERMÓN PRIMERO




EN LA CIRCUNCISION DEL SEÑOR.

SERMON PRIMERO.

Sobre la lección del Evangelio: Después que se cumplieron los ocho dias para haber de circuncidarse el Niño y se llamó su nombre Jesús. Luc. 2.21.

1- Tenemos oídas en pocas palabras declaradas en el gran,Sacramento de la piedad de Dios: hemos oido una lección congruente al Verbo abrebiado, que el Señor hizo sobre la tierra. Pues abrebiado en la carne, se abrebia mas recibiendo la circuncisión, de la carne. Haciéndose un poco inferior á los Angeles el Hijo de Dios , tomo la humana naturaleza,; pero ya ni desechando el remedio mismo de la corrupción humana ciertamente , se hace inferior á los Angeles mucho mas. Tienes pues aqui un grande misterio dé la fé : tienes también un exemplo grande de humildad. ¿Qué necesidad hay de circuncisión , Señor , en vos que ni habéis cometido pecado , ni le habéis contraído? Que vos mismo no le hayáis cometido, la misma edad lo manifiesta; que no le hayáis contraído,, mucho mas ciertamente lo prueba la divinidad de vuestro Padre , la integridad de vuestra Madre. Sumo Sacerdote sois, de quien en la ley está mas bien prophetizado que mandado, que ni por el Padre, ni por la Madre pueda contraer alguna impureza. Padre tenéis desde toda la eternidad, pero es Dios, en quien no cae pecado. Tenéis Madre también en el tiempo, pero es Virgen, ni pudo la incorrupción parir la corrupción. Sin embargo de todo esto , es circuncidado el Niño; el cordero sin mancha , aunque no lo necesitó , quiso ser circuncidado ; el que no tenia vestigio, ni señal de herida , no rehusó la venda de los heridos. No lo hacen así los impíos, no lo hacen así; no lo hace asi la perversidad de la soberbia humana; que tiene vergüenza de los remedios , gloriándose á veces de las llagas de sus delitos. Aquel á quien nadie puede argüir de pecado , recibió , sin tener necesidad alguna , un remedio del pecado, vergonzoso y duro al mismo tiempo: ni se retiró del cuchillo de piedra aquel Señor, en quien solo no habia que raer el orin antiguo de la culpa. Nosotros por el contrario , desvergonzados para la torpeza de la culpa, somos muy vergonzosos para la medicina de la penitencia con una fatuidad extrema . Somos inclinados á las heridas , y peores en ser tan vergonzosos para la cura de ellas» El que no cometió pecado, no se desdeñó de parecer pecador; nosotros lo queremos ser , y no queremos parecerlo. ¿Es por ventura necesaria la medicina al sano, y no á los enfermos? Ornas bien ¿no debe curarse el enfermo , y debe curarse el médico? ¿Quién de los hombres que conociera en sí, no diré tanta gloria, sino á lo menos tanta inocencia admitiría con igualdad de ánimo la mano del circuncidante? Mas Chrjsto con toda la paciencia pagó lo que no había robado, aunque habia venido á hacer la purgación de los delitos, no á recibirla. Pero dirás acaso: ¿qué mucho que un párvulo la recibiese? Mas bien podías decir: ¿qué mucho la recibiese el humilde y manso? ¿Qué mucho que enmudeciese delante de quien le circuncidaba , el que delante de quien le esquilaba enmudeció» delante de quien le crucificaba calló? Si su humildad y mansedumbre no fuera la causa , no le era dificultoso conservar entera su carne , impidiendo que fuese cortada, al que habia hecho, que la puerta del vientre virginal no fuese abierta en su salida. No era difícil al párvulo estorvar, que su cuerpo fuese circuncidado, quando ni muerto le fué difícil conservarle libre de la corrupción.

2 Después que se cumplieron los ocho días para haber de circuncidarse el Niño , se llamo su nombre Jesús. ¡Grande y admirabte misterio! Es circuncidado el Niño , y se llama Jesús. ¿Pues qué conexión hay éntre estas dos cosas? La circuncisión sin duda mas propia parece de quien necesita salvarse ,que de quien es Salvador, y mas bien corresponde al que es Salvador circuncidar, que ser circuncidado. Pero reconoce en esto, como el mediador de Dios y de los hombres desde el principio de su nacimiento junta las cosas humanas á las divinas, las ínfimas á las supremas. Nace de una muger, pero muger á quien de tal suerte se la dá el fruto de la fecundidad , que no pierde la flor de su virginidad: es envuelto en unos pañales, pero los mismos pañales son honrados con las alabanzas de los Angeles : es ocultado en un pesebre,pero es manifestado brillando una, estrella del Cielo. A este modo también la circuncisión prueba la verdad de la carne , que há tomado: y el nombre que es sobre todo nombre , manifiesta la gloria de la Magestad. Es circuncidado , como verdadero hijo de Abrahan: se llama Jesús, como verdadero Hijo de Dio. Ni lleva este mi Jesús,al modo de los otros que precedieron , un nombre vacío é inútil : no hay en él la sombra precisamente de un nombre grande, sino la verdad : porque testifica el Evangelista, que se le puso desde el Cielo: Como fué llamado por el Angel antes que fuese concebido en el vientre. Y atiende con cuidado la profundidad de esta expresión. Después que nació, es llamado Jesús por los hombres, con cuyo nombre fué llamado por el Angel, antes que fuese concebido en el vientre; porque él mismo es Salvador del Angel y del hombre; pero del hombre desde la encarnación , del Angel desde el principio del mundo.

3 Se llamba su nombre Jesús, dice , como fue llamado por el Angel. Con el dicho de dos ó tres testigos se hace firme toda palabra; y la misma que en el Propheta se lee abrebiada, mas claramente se lee en el Evangelio hecha carne. A nosotros , Hermanos mios, á nosotros pertenece esta doctrina. Christo no necesitaba del testimonio del Angel, ni del hombre; pero, como está escrito: Todas las cosas son por los escogidos. Por tanto hemos de buscar nosotros testimonios de nuestra vida; no parezca, que hemos tomado en vano el nombre de Dios. Es necesario, Hermanos mios, que también nosotros seamos circuncidados , y recibamos de este modo el nombre de salud; debiendo ser nuestra circuncisión, no según la letra, sino según el espíritu: no precisamente en un miembro, sino en todo el cuerpo juntamente. Porque aunque reyne mas en la parte en que se mandó á los Judíos la circuncisión, la añadidura de Leviachan que viene del pecado y se debe corear; ocupa con todo eso el cuerpo todo. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay parte sana en nosotros: no hay cosa alguna que no e^té dañada de este veneno. Por eso aquel pueblo, como párvulo todavía en la fé y en el amor , recibió un mandato proporcionado á sus fuerzas de una circuncisión pequeña: luego que
creció hasta ser varón mas perfecto, se le manda bautizarse en todo el cuerpo; lo qual es una entera circuncisión de todo el hombre. De aquí es, que nuestro Salvador se dignó ser circuncidado al octavo dia ; y después de los treinta años ser crucificado, siendo extendido con penosa violencia en la cruz todo su cuerpo: nosotros somos ingeridos en él por la semejanza de su muerte, como escribe el Apóstol , quando recibimos el bautismo; que há sido lo que últimamente se nos mandó observar.

4 ¿En qué consiste pues nuestra espiritual circuncisión , sino en lo que nos encarga el mismo Apóstol: Teniendo el sustento y vestido, estemos contentos con eso? ¡Qué bien por todos modos nos circuncida y corta todo lo superfluo la pobreza voluntaria, el trabajo de la penitencia , la observancia de la regular disciplina! Pero en esta mis apreciaciones sobre la circuncisión nos conviene buscar tres testimonios de nuestra salud, del Angel, de Mária , y de Joseph. Es menester, repito , que ante todas nuestras cosas el Angel del gran consejo nos ponga el nombre de salud. Después también , nos es necesaria de la cotidiana atestación de toda la congregación, que es co- mo Madre de cada uno: Madre, digo, Virgen, de la que como aquella que prometió el Apóstol presentar y del Virgen casta al único Esposo que es Jcsu Christo. Prelado.
Las cosas exteriores son testigo de lo que pasa en nuestro corazón. Aquel cuya conducta es grata á todos y á ninguno gravosa, hallará un ventajoso testimonio de su propia salud en toda la congregación. En valde ciertamente pretenderá hacerle causa sobre sus acciones exteriores aquel pésimo acusador de sus hermanos á quien escusa , y aprueba la comunidad , en que vive. Conseguirá también un favorable testimonio de los Prelados el que , así los pecados de su vida en el siglo, como las negligencias del tiempo presente se los manifiesta por medio de una humilde y sincera confesión , para que los juzguen , y procura satisfacer por ellos á su arbitrio. En esto tampoco se podrá temer la acusación del maligno, porque no juzgará el Señor dos veces una misma cosa. Mas acaso intentará el enemigo acriminar la intención , y querrá fundar la calumnia en las cosas de su interior, en que ni el testimonio de sus hermanos, ni de su padre espiritual. Por eso es necesario, que en esta parte nos patrocine el testigo interno , que mira mas al corazón que al semblante ; por el qual á la verdad debe comenzarse, para que nada sea concebido en el ánimo, aunque haya recibido de él el nombre de salud. Mis en quanto pertenece á las obras y acciones manifiestas, conviene conciliarse también los exteriores testimonios , como dice el Apóstol: Procuremos hacer lo bueno con tanta circunspección, que sea aprobado, no solamente de Dios, sin» también de los hombres.

RESUMEN
Llama la atención la inutilidad de la circuncisión en el que no la necesitaba de ninguna manera que era Cristo y, sin embargo, se sometió a ella. La humildad con que recibe el remedio, mientras nosotros no resistimos a las medicinas y alardeamos de nuestros pecados.
No necesita salvación el que es el Salvador de todos. Es salvador del hombre desde de Encarnación. Del Ángel desde el principio del mundo.
Recibió la amputación de una pequeña parte de su cuerpo, cuando nosotros necesitaríamos la regeneración del cuerpo entero; camino que nos enseñó con su cruxifición.
En cualquier caso es necesario hacer cosas que, aunque en nuestro interior sabemos que no las necesitamos, sean expresión pública de sometimiento a las normas que todos deben seguir. De esa forma evitaremos críticas y daremos ejemplo a los demás.

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